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telesincro fue fundada en Cerdanyola del Vallès, Barcelona, el año 1963 por Joan Majó Cruzate .

Esta empresa inicialmente estaba relacionada con los automatismos industriales, pero a partir de 1966 se dedicó al desarrollo de ordenadores y de software. El 1967 presentó el FACTOR-P, diseñado por Joan Majó y Jordi Vidal y considerado el primer ordenador creado en España con software y tecnología propios. Más adelante, se presentaron nuevas versiones de este ordenador (FACTOR-Q, FACTOR-R, FACTOR-S).

 A partir del año 1975, Telesincro sufre una bajada de ventas considerable. Esta bajada la sitúa en este periodo en el 5è lugar de la cuota de mercado, la cual se ve reducida además de la mitad.
Los motivos de este descenso se explican, de entrada, por la propia estructura del mercado, con un bajo nivel tecnológico que hacía muy difícil el intento de fabricación al país de forma autónoma. Además, hace falta destacar que empresas como IBM hacía ya unos años que operaban al país y por lo tanto, suponían una competencia muy grande

 

 

    

      Las  líneas que adornan la primera edición de los títulos de las acciones, dice así.....

  Estas líneas que adornan la primera edición de los títulos de las acciones de Telesincro S.A. están siendo redactadas en diciembre de 1970 cuando toda la compañía prepara afanosamente    
  el lanzamiento de nuestra próxima novedad el computador FACTOR S ¿se llamará así? cuyos últimos seis meses de gestación fueron ordenados el mes pasado en una red PERT jalonada por
  354 acontecimientos y bastantes más actividades felizmente vamos logrando que el creciente esfuerzo que de todos los Departamentos requiere el FACTOR S no disminuya nuestro volumen 
  previsto de actividad con los modelos FACTOR Q y FACTOR R que han de constituir todavía durante muchos meses el mejor soporte financiero de Telesincro y que incluso cuando cedan ese
  honor a la gama S habrán de continuar con alguna innovación accediendo cada día durante años a ese sector del Mercado con precio de venta entre las quinientas mil pesetas y el millón       
  que nos ha brindado la prosperidad actual de Telesincro y que ha sido posible gracias al esfuerzo común de un equipo humano que ha sabido superar las limitaciones de la empresa pequeña  
  y que no ha cesado de crecer desde aquel núcleo de 13 personas que en diciembre de 1966 vieron la terminación del prototipo del Computador FACTOR P  y que acudieron ya en número de  
  20 a presentarlo por primera vez al Mercado de la Feria de Muestras de Barcelona 1967 de la gratitud que Telesincro S.A. y su Marca Registrada FACTOR deben a esos hombres y a los       
  que antes y después (algunos causaron baja) aportaron también su esfuerzo a esta empresa queremos dejar testimonio muy duradero en estas líneas impresas sobre unos documentos que  
  salvo accidente han de sobrevivir a la propia Sociedad Anónima Telesincro cuyos eventuales liquidadores tendrán así ocasión de conocer que las personas que en diciembre de 1970 traba-     
  jan en Telesincro con eficacia y con éxito en número de 134 se llaman (agrupados alfabéticamente los que llegaron el mismo año expresado éste al principio de cada grupo
(1963) Federico    
  Boner Nogués Antonio Clavell Blanch fundador de la Compañía Joaquin Clavell Blanch actual Presidente Joaquin clvell Borrás primer Presidente Angeles Ortí Trasobares
(1965) Cristóbal        
  Durnes Casañal
(1966) Félix Farré Verdaguer Claudio Griñó Ramos José Puig Navarro Jorge Queralt Borrel Luis Rodriguez Seguí Cristina Sabio Lopez  (1967) Joaquina Abellán García José Ara-
  gón Molina Pilar Ariño Barona Ignacio Clavell Blanch Josefina García Aliaga Antonio Gil Escolano Rmedios Gómez Vallés Juana María Isern Boza Juan Madurell Aldrich Cristóbal Martinez Lucas
 
  Josefa Martinez Navarro Juan Pellejero Clota José Peromato Raido Roberto Sala Sosa (1968) Juan Baqués Amill Josefina Blásquiz Pérez José Luis Berché Cruz Elvira Bernad Peñafiel Manuel
  Carreño Alconcel Carlos Fernández Molina Jorge Ferrando Samitier María Finch López Erlinda Górriz Vidal Eduardo Hernández Casado Almudena Lacueva Claramonte Juan León Pereira José
  María Mestre Llugany Jorge Moix Girons Juan Navarro Blanco Rafael Ortiz Collado Carlos Rodriguez Valencia Agustina Siliceo Llamas
(1969) Arturo Alba Alvarez José Manuel Alonso Fer-
  nández Victor Asensio García Ana María Blázquez Andrés Manuel Buisan Sanz Federico Burnat Sans Juan María Cardelus Pujol Felipe Carreras Martínez María José Castaño Marbán María
  Asunción Comin Allorza José María Cuende Andreu Rosa María Esmandia Xalma Félix Gorina Solé Fernando Granados Martinez Maía Dolores Jané Blas Gerardo Angel Juárez Hernández
  Pedro Junyent Sedó José León Pereira Luis Macía Vallas Enrique Mendoza Medina Antonio Menduiña Sagrado Antonio Montes Armenteros Francisco Olivet Datzira  Antonio Pérez Esteban
  Joaquin Roig García  José Rosés Eguiguren Antonio Rovira Martí Alicia Tejedor Rico Bartolomé Torres Ruiz Ricardo Trías Baró Carlos Villalba Villalba Miguel Zubero Gallastegui
(1970) Juan
  Pedro Aguayo Villar Josefa Aliaga Calvo Francisco Javier Alonso Fernández Angel Alvarez Menéndez José Andray López-Huerta Montserrat Aragón Ferrero Jesús Antobio Arias Allende
  Salvador Atance Gerique Francisco Blanco Diego Victor Boix Folqué Francisco Bonet Lizano Pedro Luis Borrás Guillamet Luis Briones Molina José María Caelles Montagut Encarnación
  Campana Vialcanet José Luis Campalans Lozano Francisco Carrasco Escoda Juan Castilla Navarro Rosario Cuena Morán Manuel Chaves Fernández Agustín Chicón Altet Lorenzo Dionis Soler
  Federico Doménech Bertrán Luis Figueras Bosque José Luis Flórez Alvarez  Juan Antonio de Fuenmayor Gutiérrez Juan García Maseda Javier Gil Martinez Juana Gil Martinez Santiago Gómez
  Lázaro Santiago Grau Lladós José Luis Guardiola Gilabert Salvador Hernandez Peinado Francisco Javier Hortal Brugués José Antonio Iglesias Saavedra Maria Carmen Jandra Consuegra
  Sebastián Jovani Pérez Esther Lizano Maurel Juan Molera Torres Toribio Morte Marzo Manuel Navas Ortiz Francisco Oliva Güell Alberto Orozco Ariza Antonio Pérez Torrijos Joaquín
  Pons Quintana José David Porcel Muñoz Juan Prat Forradellas Angeles Pujol Sabata Cruz Quilis Planells Gregorio Quintanilla Collantes Pedro Rosales Codorníu Valentín Sallés Rabasa
 
  Pilar Sancho Aznara Pedro Sanz Moncge Jaime Soler Pareja Carmen Trepat Rodriguez Federico Valero Cuní Ismael Vila Cuesta después de este tributo de gratitud a quienes constituyen
  el más valioso y genuino activo de Telesincro S.A. y después de aludir al comienzo de estas líneas al afán ilusionado con  qué todos secundamos a nuestro Departamento de Investigación
  y Desarrollo en la última fase de preparación del FACTOR S parece ahora oportuno hacer también mención de dos acuerdos que cuando estas líneas vean la luz el 2 de enero de 1971
  habrán sido adoptadas unánimemente así se desprende de la feliz armonía que ha presidido las deliberaciones previas por la Junta General de Accionistas convocada para el día 31 de este
  mes de diciembre de 1970 y que reflejan el deseo de los socios de Telesincro de alcanzar sin demora la dimensión óptima de nuestra empresa se trata en primer lugar de la modificación del
  artículo 8º de los estatutos sociales que establecen una prolija reglamentación para la transmisión inter vivos de las acciones de la Compañía cuya redacción queda sustituida por las simples
  palabras siguientes las transmisión de acciones no está sujeta a la limitación alguna salvo las establecidas por las leyes y en segundo lugar se faculta al Consejo de Administración para que
  al amparo de lo establecido en el artículo 96 de la vigente Ley de Sociedades Anónimas pueda acordar y llevar a la práctica un nuevo aumento de capital en una o varias veces en el mo-
  mento que crea oportuno y en la cuantía que decida hasta un máximo de otros diez millones de pesetas en un plazo máximo de doce meses sin necesidad de previa consulta a la Junta General

 

 

telesincro: su historia

En 1966 nacía Factor-P, considerado el primer ordenador fabricado en España. Estaba inspirado en una máquina de Philips para hacer facturas que había entusiasmado a Joan Majó, cofundador de la pionera compañía Telesincro y ministro de Industria y Energía casi dos décadas después. Gracias a Jordi Vidal, un maestro del ‘hardware’, la compañía barcelonesa desarrolló una familia de miniordenadores que se hicieron su hueco en las oficinas. Uno de ellos, el Factor-S, era ya una moderna máquina que incluía un revolucionario precursor del disco duro y plantó cara a las multinacionales extranjeras en el mercado español.

A principios de los 60, cuando  la mayoría de ordenadores eran ‘mainframes’ de grandes proporciones y faltaba más de una década para el nacimiento de Apple o de Microsoft, surgió en España la empresa que engendró los primeros ordenadores patrios . Una compañía que echó andar en la época del desarrollismo franquista y que bien podría haberse convertido en un auténtico gigante de la informática.

Se llamaba Telesincro, su tierra natal era Barcelona y la habían fundado dos amigos en 1963, el año en que se propagó el cacareado ‘Spain is different!’. Uno, Antonio Clavell, era el dueño de un taller homónimo de electrónica; el otro era un doctor en Ingeniería Industrial por la ahora conocida como Universidad Politécnica de Cataluña, por lo que podía echarle una mano en la utilización de los novedosos transistores con los que había trabajado en París. Su nombre fue más recordado, pero no por aquella compañía: Joan Majó ocupó durante un corto periodo el cargo de ministro de Industria y Energía más de dos décadas después, durante el primer Gobierno de Felipe González. A la aventura se sumó Josep Peracaula, un catedrático de ingeniería colega a su vez del ingeniero

 Cada uno puso 200.000 pesetas, que en aquella época no era nada despreciable”, rememora Joan Majó, por entonces presidente de Telesincro, en su charla con HojaDeRouter.com. Cuadros eléctricos, automatismos para la industria textil o maniobras de ascensor fueron las primeras creaciones de la empresa barcelonesa, obsesionada con reemplazar los relés por transistores.

Se presentó por entonces en la compañía un representante de Philips para ofrecerles “un producto nuevo” al que llamaban “circuito integrado”, aunque no era completamente electrónico. A Majó le gustó la idea, así que se marchó a estudiarla al laboratorio de la compañía en Eindhoven.

Allí tuvo lugar el flechazo. Descubrió un “pequeñísimo ordenador”, PRIMA, que, para ser estrictos, era una facturadora electrónica muy avanzada para el momento. Ni corto ni perezoso, hizo una propuesta al departamento de Philips: “Le dije ‘mire, nosotros estaríamos dispuestos a utilizar vuestros circuitos si nos dejáis copiar vuestra máquina facturadora, pero sin licencias’”. Como buen hombre de negocios, consiguió su meta.

En 1966, cuando el negocio de Telesincro iba viento en popa, construyeron su propia PRIMA. La llamaron Winner-Contafac primero y Factor-P después. Constaba de una máquina de escribir de IBM y de una unidad electrónica que realizaba las operaciones necesarias para imprimir las facturas.

Eso sí, los programas por entonces se cableaban. De esta forma, el proceso para modificar y escribir nuevo 'software' era arduo: había que enviar la placa a Telesincro y allí, con ayuda de una lupa y una buena iluminación, sacaban algunos hilos y enhebraban otros. Su pequeña memoria —una matriz de toros de ferrita— era una RAM de 128 bytes, mientras los circuitos bloque de Philips, esa versión cutre de los circuitos integrados que ya hemos mencionado, servían para que la circuitería fuera más compacta.

“Fue el primer ordenador que se fabricó en España”, afirma con rotundidad Joan Majó. “Lo que sí se puede decir es que es la primera máquina electrónica sofisticada con programa fabricado en España con tecnología fuertemente influenciada por Philips”, matiza Jordi Vidal.

El cofundador de Telesincro fichó a Vidal, al que define como “un ‘crack’”,  poco después de comenzar a fabricar aquel invento. Este ingeniero había trabajado como becario en el laboratorio del reactor nuclear de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Barcelona, una labor que le ayudó a descubrir los osciloscopios modernos.  Gracias a aquel primer trabajo pudo corregir los fallos del Factor-P. “La aportación de los técnicos de Telesincro fue convertirla en viable, efectiva y fiable. Entonces [la PRIMA] era un prototipo de laboratorio que había sido diseñado por sabios pero que desconocían un poco el mundo real”, señala este ingeniero.

“El nuevo computador de concepción revolucionaria diseñado para la solución de problemas de facturación, contabilidad, estadísticas, nóminas, ‘stocks’, etc.”, anunciaba un folleto de la época. Hasta don  Juan Carlos de Borbón, que por entonces no era rey de España, se “mostró particularmente interesado en conocer el computador electrónico FACTOR/CONTAFAC” en la feria SIMO celebrada en 1968

Las empresas medianas comenzaron a comprar las decenas de Factor-P que se fabricaron, capaces de hacer sombra a los miniordenadores italianos de Olivetti y más tarde a los alemanes de Nixdor. IBM estaba especializada por entonces en los ordenadores de mayores dimensiones para grandes empresas —Renfe había comprado el modelo 650 en 1959, el primero en llegar a España—, por lo que no suponía una competencia directa.

La acogida del Factor-P hizo que Jordi Vidal se convirtiera, poco a poco, en uno de los diseñadores líderes del equipo de Telesincro, “el director de orquesta desde el punto de vista tecnológico”, en palabras de Majó. Eso sí, no quería limitarse a desarrollar aquella facturadora. “La idea inmediata fue, ¿por qué no duplicamos la memoria? Porque 16 registros… Los clientes piden más”, recuerda Majó.

Desde entonces, cada año lanzaron un nuevo ordenador que duplicaba la memoria del anterior: la especie Factor evolucionó así al Q y al R, que operaban con fichas de banda magnética. “Seguimos comprando a Philips los componentes electrónicos, pero ya diseñamos las máquinas nosotros”, indica el exministro de Industria y Energía. Eso sí, poco a poco fueron adquiriendo cada vez más componentes nacionales.

Telesincro dio además por aquella época un “golpe comercial”: tal y como cuenta Majó, crearon una completa red de vendedores formada por especialistas en la mecanización de oficinas. Para ello, ficharon a los mejores profesionales de Gispert, una empresa de suministros que vendía calculadoras y facturadoras de diferentes marcas. “Esto nos dio una buena entrada en el mercado español”, apunta el ingeniero.

Única… nacional [....] La seguridad de Telesincro está simbolizada por el nuevo edificio que alberga, en número cada día creciente, a los investigadores, ingenieros y analistas que han introducido con éxito a nuestro país en un sector de la Cibernética”, señalaba un equívoco anuncio publicado en el diario ABC. “En 1970, Telesincro sigue siendo la primera y única empresa española que crea y fabrica computadores electrónicos en España, y la marca FACTOR se ha multiplicado y designa ya a toda una familia de computadores”, rezaban otros folletos del momento. Sin embargo, la familia siguió reproduciéndose —se fabricaron decenas del Q y el R— y evolucionando.

Jordi Vidal y Ramón Tortajada, otro ‘crack’ de Telesincro especializado en ‘software’, propusieron a Majó un proyecto mucho más ambicioso: crear un verdadero ordenador con programa almacenado —que cualquiera podía así programar— y que incluso tendría una versión primitiva de disco duro, un “salto cualtitativo” que se creían capaces de dar. A Majó le entusiasmó la idea. Sin embargo, los otros socios no lo vieron claro. “La gente que se quedó en Telesincro era muy incrédula, [pensaron] como que era muy ambicioso lo que queríamos hacer”, explica Majó.

Al confudador de Telesincro le iban bien las cosas en otros negocios. De hecho, fue el gerente de Sistemas de Peaje, una empresa que desarrolló los controles de las primeras autopistas de pago en Barcelona. “Un día, de la misma forma que vino Philips, vino un señor de Palo Alto, de una empresa que yo no conocía que se llamaba Intel, a decirme que había salido una cosa que eran los chips”. Así recuerda Majó uno de los episodios que vivió en aquella empresa, cuando conoció la existencia del Intel 4004, el primer microprocesador de la historia, que comenzaría a venderse en 1971. Para entonces ya había nacido el primer “miniordenador diseñado y fabricado” en España.

Ahora bien, ¿cómo lo crearon si Telesincro rechazó el proyecto? A Majó se le ocurrió otra buena idea, como “habílisimo negociador” que era a juicio de Jordi Vidal. Propuso salir de Telesincro a los cinco trabajadores empeñados en desarrollarlo y les sugirió hacerlo en el propio despacho donde dirigía su proyecto de automatismos de peaje.

Él mismo financiaría aquella máquina, aunque todos serían socios del proyecto. “Estuvieron trabajando, trabajando y trabajando, y cuando al cabo de un año la máquina estuvo lista y funcionaba perfectamente, la gente que quedó en Telesincro se dio cuenta de que había cometido un error”, recuerda el exministro. Sacaron una buena tajada: volvieron a vender la máquina a la compañía barcelonesa y el visionario Majó regresó como presidente. “[Esto] demuestra mucho cómo nacen las empresas y cómo nacen las ‘startups’”, apunta.

El Factor-S, el primer ordenador de diseño 100 % nacional, era muy avanzado. En él se reunían “equilibradamente las más avanzadas técnicas aplicadas a ordenadores”, según su folleto informativo. Poco tenía que ver con sus hermanos mayores. El Factor-S disponía de programa almacenado, como cualquier ordenador moderno, y de una pequeña memoria central, de entre solo 2 kilobytes a 8 kilobytes, debido a que era muy cara en aquella época.

La complementaba con una memoria externa (un tambor magnético de diseño propio) de 32 kilobytes. “ [Fue] un auténtico precursor del disco duro en Europa, absolutamente ausente entre la competencia, y que tardó 11 años en ser lo normal en pequeños equipos”, señala Vidal. Además, almacenaba mucha más información en los recién aparecidos casetes.

Ramón Tortajada creó un sistema operativo para el Factor-S más de una década antes del nacimiento de MS-DOS, y Vidal incluso ha desarrollado un simulador para los que quieran descubrir sus secretos.

Estéticamente, también parecía ya un ordenador moderno: imitaba la apariencia del novedoso IMB 360, al que viste en ‘Mad Men’. “Realmente, esto causó una especie de depresión general a los vendedores de la competencia, porque sacamos un ‘mini’ IBM con un presupuesto diez veces más barato que IBM”, explica Vidal.

En 1972, Telesincro tenía un 16 % del mercado español y ocupaba el tercer lugar en ventas de ordenadores de oficina en España frente a sus competidores. Además, vendieron algún modelo en Portugal y en Francia. Eso sí, no desarrollaron sucesores del Factor-S cada año como habían hecho con el P: era una máquina potente preparada par venderse durante años.

Obviamente, no era barato. El factor-S básico de 16 kilobytes (sin impresora)  costaba 165.000 pesetas en 1975 (unos 10.000 euros actuales teniendo en cuenta la inflación) y su precio se incrementaba hasta los 220.000 para los modelos con más memoria (unos 15.000 euros).

La compañía barcelonesa llegó a tener por aquellos años casi 500 trabajadores y tiendas en Madrid, Bilbao, Sevilla o Valencia. En 1974, facturó 435 millones de las antiguas pesetas. Uno de sus grandes aciertos fue su inversión en publicidad. “Ciertas formas de vida han de ser programadas… para que otras puedan ser libres y espontáneas”, explicaba un original cartel de los 70.“ Soy el FACTOR servicio”, decía otro protagonizado por los propios de trabajadores de Telesincro, en rigurosa bata blanca.

“Los técnicos teníamos la sensación de que los comerciales recibían un trato preferente financiariamente hablando, porque gastaban en publicidad y ferias y decíamos ‘y nosotros con este osciloscopio birria’”, lamenta Vidal. De hecho, este ingeniero considera que el talón de Aquiles del Factor-S era que programaba en lenguaje máquina. No podían hacer otra cosa. Para mejorarlo desarrollando un lenguaje de programación, deberían haber dispuesto de una pantalla, pero el precio de desarrollarla era “prohibitivo”.

Nuevas máquinas competían con el Factor-S. El gigante IBM lanzó por entonces el System 3, destinado también a las oficinas. La holandesa Philips, la compañía que les había impulsado al principio, también desarrolló sus propios ordenadores, así como Nixdorf o Logabax. “Un día Joan Majó me lo dijo:  estuvisteis trabajando en un entorno muy bestia en el que la obsolescencia convertía lo que hoy es novedad en 12 meses en anticuado”, explica el líder de proyectos de Telesincro.

En 1976, tras desarrollar el Factor-T, Telesincro fue adquirida por Secoinsa, la Sociedad Española de Comunicaciones e Informática creada por el Instituto Nacional de Industria, Telefónica y la compañía japonesa Fujitsu. Poco a poco fue perdiendo fuelle en Secoinsa, al imponerse las máquinas de la empresa nipona. Al final, acabó siendo adquirida por la francesa Bull, centrándose en la producción de terminales de punto de venta. Se reconvirtió en la también desaparecida Ingenico.

Los protagonistas de este artículo la abandonaron mucho antes. Majó dejó de ser el consejero delegado de la compañía con la entrada de Secoinsa y se desligó poco a poco de Telesincro. Tras ser elegido alcalde de Mataró, su ciudad natal, por el PSC, saltó a la política nacional y asumió el cargo de ministro en 1985, con la remodelación de Gobierno de Felipe González. Jordi Vidal, decepcionado con el rumbo del negocio, también la abandonó en los 80.

El éxito de Telesincro quedó enterrado hasta que, ya en el siglo XXI, el Museu de la Ciència i de la Tècnica de Catalunya de Terrassa inauguró la exposición ‘El enigma del ordenador, donde aún pueden contemplarse algunos Factor. La apertura de la muestra sirvió como reunión improvisada para muchos de los antiguos trabajadores de Telesincro. “Muchos colaboradores decían: fue mi primer trabajo y el más fascinante que he tenido”, recuerda Jordi Vidal.

fuente: EL DIARIO

 

TELESINCRO  Factor "P"


   

 

 

En 1966, cuando el negocio de Telesincro iba viento en popa, construyeron la Factor-P . Constaba de una máquina de escribir de IBM y de una unidad electrónica que realizaba las operaciones necesarias para imprimir las facturas.

Eso sí, los programas por entonces se cableaban. De esta forma, el proceso para modificar y escribir nuevo 'software' era arduo: había que enviar la placa a Telesincro y allí, con ayuda de una lupa y una buena iluminación, sacaban algunos hilos y enhebraban otros. Su pequeña memoria —una matriz de toros de ferrita — era una RAM de 128 bytes, mientras los circuitos bloque de Philips, esa versión cutre de los circuitos integrados , servían para que la circuitería fuera más compacta.

“Fue el primer ordenador que se fabricó en España”, afirma con rotundidad Joan Majó. “Lo que sí se puede decir es que es la primera máquina electrónica sofisticada con programa fabricado en España con tecnología fuertemente influenciada por Philips”, matiza Jordi Vidal.

El cofundador de Telesincro fichó a Vidal, al que define como “un ‘crack’”,  poco después de comenzar a fabricar aquel invento. Este ingeniero había trabajado como becario en el laboratorio del reactor nuclear de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Barcelona, una labor que le ayudó a descubrir los osciloscopios modernos.  Gracias a aquel primer trabajo pudo corregir los fallos del Factor-P. “La aportación de los técnicos de Telesincro fue convertirla en viable, efectiva y fiable. Entonces [la PRIMA] era un prototipo de laboratorio que había sido diseñado por sabios pero que desconocían un poco el mundo real”, señala este ingeniero.

“El nuevo computador de concepción revolucionaria diseñado para la solución de problemas de facturación, contabilidad, estadísticas, nóminas, ‘stocks’, etc.”, . Hasta don Juan Carlos de Borbón , que por entonces no era rey de España, se “mostró particularmente interesado en conocer el computador electrónico FACTOR/CONTAFAC” en la feria "SIMO"  celebrada en 1968.

Las empresas medianas comenzaron a comprar las decenas de Factor-P que se fabricaron, capaces de hacer sombra a los miniordenadores italianos de Olivetti y más tarde a los alemanes de Nixdor. IBM estaba especializada por entonces en los ordenadores de mayores dimensiones para grandes empresas —Renfe había comprado el modelo 650 en 1959, el primero en llegar a España —, por lo que no suponía una competencia directa.

La acogida del Factor-P hizo que Jordi Vidal se convirtiera, poco a poco, en uno de los diseñadores líderes del equipo de Telesincro, “el director de orquesta desde el punto de vista tecnológico”, en palabras de Majó. Eso sí, no quería limitarse a desarrollar aquella facturadora. “La idea inmediata fue, ¿por qué no duplicamos la memoria? Porque 16 registros… Los clientes piden más”, recuerda Majó.

Desde entonces, cada año lanzaron un nuevo ordenador que duplicaba la memoria del anterior: la especie Factor evolucionó así al Q y al R, que operaban con fichas de banda magnética. “Seguimos comprando a Philips los componentes electrónicos, pero ya diseñamos las máquinas nosotros”, indica el exministro de Industria y Energía. Eso sí, poco a poco fueron adquiriendo cada vez más componentes nacionales.  

 

TELESINCRO  Factor "Q" &  Factor "R"

 

 

Un grupo de trabajadoras de Telesincro cableando minuciosamente las memorias

 

                 

  Una placa de factor Q  o  R"

  Factor-R. Placa de memòria: 16-32-64 registres de 16 dígits.

  Rack de plaques i font d'alimenta​ció

Cablejat del rack del factor "R". a la dreta es veuen els 6 selectors manuals per posar la data del dia

 

 

 

 

 

 

La memoria de toros o memoria de núcleos magnéticos fue una forma de memoria principal de los computadores, hasta comienzos de 1970

La función de esta memoria era similar a la que realiza la memoria RAM en la actualidad: es el espacio de trabajo, para la CPU, donde se graban los resultados inmediatos de las operaciones que se van realizando. A diferencia de la RAM basada en tecnologías DRAM, se basa en las propiedades magnéticas de su componente activo, el núcleo de ferrita y era una memoria no volátil

 Descripción General modelos "Q" y "R"

 Descripcion y Características "R"

 

TELESINCRO   factor "Q&R"  lenguaje de programación

TELESINCRO
Codificación Programa

TELESINCRO
Codificación Alfanumérica

TELESINCRO
Codificación de Cinta 8 Canales

  TELESINCRO
  Código de Programa

                      TELESINCRO-   Placa de Programa
Placa de memòria de PROGRAMA de només lectura. Capacitat: 30 pàgines de 32 paraules de 22 bits La operació d'escriptu​ra era un procés manual: Pasar un fil de coure envernissa​t atravessan​t només el 'torus' que correspone​n a bits = 1 per cadascuna de les 30 pàgines dels programes. Un altre placa similar contenía tots el TEXTES ('strings'​) usats per els programes

 

TELESINCRO  factor  "S"

..

 

 

 

El Factor-S, el primer ordenador de diseño 100 % nacional, era muy avanzado. En él se reunían “equilibradamente las más avanzadas técnicas aplicadas a ordenadores”, según su folleto informativo. Poco tenía que ver con sus hermanos mayores. El Factor-S disponía de programa almacenado, como cualquier ordenador moderno, y de una pequeña memoria central, de entre solo 2 kilobytes a 8 kilobytes, debido a que era muy cara en aquella época.

La complementaba con una memoria externa (un tambor magnético de diseño propio) de 32 kilobytes. “ [Fue] un auténtico precursor del disco duro en Europa, absolutamente ausente entre la competencia, y que tardó 11 años en ser lo normal en pequeños equipos”, señala Majó. Además, almacenaba mucha más información en los recién aparecidos casetes.

Ramón Tortajada creó un sistema operativo para el Factor-S más de una década antes del nacimiento de MS-DOS, y Vidal incluso ha desarrollado un simulador  para los que quieran descubrir sus secretos.

Estéticamente, también parecía ya un ordenador moderno: imitaba la apariencia del novedoso IMB 360, al que viste en Mad Men. “Realmente, esto causó una especie de depresión general a los vendedores de la competencia, porque sacamos un ‘mini’ IBM con un presupuesto diez veces más barato que IBM”, explica Vidal.

 

En 1972, Telesincro tenía un 16 % del mercado español y ocupaba el tercer lugar en ventas de ordenadores de oficina en España frente a sus competidores. Además, vendieron algún modelo en Portugal y en Francia. Eso sí, no desarrollaron sucesores del Factor-S cada año como habían hecho con el P: era una máquina potente preparada par venderse durante años.

Obviamente, no era barato. El factor-S básico de 16 kilobytes (sin impresora)  costaba 165.000 pesetas en 1975 (unos 10.000 euros actuales teniendo en cuenta la inflación) y su precio se incrementaba hasta los 220.000 para los modelos con más memoria (unos 15.000 euros).

La compañía barcelonesa llegó a tener por aquellos años casi 500 trabajadores y tiendas en Madrid, Bilbao, Sevilla o Valencia. En 1974, facturó 435 millones de las antiguas pesetas. Uno de sus grandes aciertos fue su inversión en publicidad. “Ciertas formas de vida han de ser programadas… para que otras puedan ser libres y espontáneas”, explicaba un original cartel de los 70.“ Soy el FACTOR servicio”, decía otro protagonizado por los propios de trabajadores de Telesincro, en rigurosa bata blanca.

 

 

 

Los técnicos teníamos la sensación de que los comerciales recibían un trato preferente financiariamente hablando, porque gastaban en publicidad y ferias y decíamos ‘y nosotros con este osciloscopio birria’”, lamenta Vidal. De hecho, este ingeniero considera que el talón de Aquiles del Factor-S era que programaba en lenguaje máquina. No podían hacer otra cosa. Para mejorarlo deberían haber dispuesto de una pantalla, pero el precio de desarrollarla era “prohibitivo”.

Nuevas máquinas competían con el Factor-S. El gigante IBM lanzó por entonces el System 3, destinado también a las oficinas. La holandesa Philips, la compañía que les había impulsado al principio, también desarrolló sus propios ordenadores, así como Nixdorf o Logabax. “Un día Joan Majó me lo dijo:  estuvisteis trabajando en un entorno muy bestia en el que la obsolescencia convertía lo que hoy es novedad en 12 meses en anticuado”, explica el líder de proyectos de Telesincro

Jordi Vidal y Joan Majó diseñando el Factor-S, un ordenador muy avanzado para la época (1970)

          

 DISPLAY 'S'
Permetia seguir l'execució pas a pas del programes, i també veure el registres i les icroinstr​uccions internes del procesador​. Amb el botó HEXA, es podien introduir modificaci​óns, i amb el botó INT, interrompr​e i manipular l'execució d'un programa. Tot aixó es pot tornar a veure amb el Simulador (veure àlbum correspone​nt)

 

MEMORIA FACTOR "S"

 

 

  

   
 
Prontuari de butxacaJoc d'instrucc​ions del Factor-S

 Descripcion y Características "S"

 

TAMBOR MAGNÉTICO

Tambor magnètic de 32 KBytes  75 ms d'accés,  400rpm  (1970) 
32+1 capçals de cassette stereo  a 2...3 centèsimes del òxid de ferro.
(2 cintes AMPEX de 2 polzades, sobreposad​es al cilindre d'alumini)​.
16 sectors de 32 bytes per volta, a 200 bpi en format NRZ
Contenía tot el Sistema Operatiu, tots el programes i fitxers de treball petits.
Els fitxers més grans estaben en cassettes i en fitxes amb banda magnética.

Tambor magnètic 32 KB, a la part baixa del armari,
fotografia​t sense la coberta.

Croquis del tambor, amb les 4 columnes i els suports ajustables per els capçals estereo. Un capçal llegía dues pistes de control: El rellotge i l'origen de la volta.

 

TELESINCRO   factor  "T"

 

En 1976, tras desarrollar el Factor-T, Telesincro fue adquirida por Secoinsa, la Sociedad Española de Comunicaciones e Informática creada por el Instituto Nacional de Industria, Telefónica y la compañía japonesa Fujitsu. Poco a poco fue perdiendo fuelle en Secoinsa, al imponerse las máquinas de la empresa nipona. Al final, acabó siendo adquirida por la francesa Bull, centrándose en la producción de terminales de punto de venta. Se reconvirtió en la también desaparecida Ingenico.

Los protagonistas de este artículo la abandonaron mucho antes. Majó dejó de ser el consejero delegado de la compañía con la entrada de Secoinsa y se desligó poco a poco de Telesincro. Tras ser elegido alcalde de Mataró, su ciudad natal, por el PSC, saltó a la política nacional y asumió el cargo de ministro en 1985, con la remodelación de Gobierno de Felipe González. Jordi Vidal, decepcionado con el rumbo del negocio, también la abandonó en los 80.

El factor 'T' va ser un derivat econòmic del 'S', amb Disc de 128K, sense cassettes
(Software carregat per fitxes de banda magnética)


Disc IDS (Farmingto​n, Detroit) de 128 K comprat abans de que ens cedissin la seva fabricació​.


Conjunt mecànic del disc de 128 KBytes. 4 capçals volants TRANETICS de 8 pistes +1 de reserva, a 800 bpi. Temp d'accés 20 ms. Motor a 1490 rpm, amb eix posat a masa amb escombreta de grafit, recanvi de Citroën 2CV


Disc de 128 K amb capçals flotants, montats sobre pantógrafs retràctils​. A dalt, a la dreta es veu un capçal ceràmic descarrega​t, reflexat en el disc. També es veu la roda dentada en el eix. Cada dos dents generaben el senyal d'origen d'un dels 128 sectors, i una dent llimada indicaba l'origen de la volta.

 


 

secoinsa La solución: la empresa se integra a SECOINSA

  Ante de esta situación, la empresa pidió ayuda a la administración. Aquel mismo año se creó la Sociedad Española de Comunicaciones de Informática, S.A. (SECOINSA), con un capital repartido entre las empresas Telefónica, Fujitsu, Piher y 8 bancos, a los cuales se añadía el Instituto Nacional de Industria (INI) por parte de la administración.

La solución adoptada por hacer frente a la crisis de Telesincro y evitar su desaparición consistió en la entrada a Secoinsa de la empresa Telesincro. A cambio de una participación minoritaria para los accionistas de Telesincro, Secoinsa pasó a controlar el 67% del capital de Telesincro.

Con esta operación, Secoinsa obtuvo el control mayoritario de la empresa y Joan Majó va dejó de ser el Consejero-Delegado del empresan y sus funciones quedaron reducidas a presidir el Consejo Administración. Su sucesor pasó a ser Javier Aguirre, que era consejero-delegado de Secoinsa.

Aun cuando Secoinsa tenía una participación del Estado a través del INI, no era el accionista mayoritario y su poder de decisión se veía superado por otras empresas como la japonesa FUJITSU, que adquirió un importante control de la empresa Secoïnsa y por lo tanto, de Telesincro. Tras el abandono por parte de Joan Majó, Fujitsu consiguió situar su hombre clave, Josep Solís, a la dirección de la empresa.

En este contexto, las diferentes empresas que constituyen Secoinsa van involucrarse en unos desacuerdos que dibujaron un futuro pesimista para Telesincro. La CTNE (Compañía Telefónica Nacional de España) quería el monopolio absoluto de todo el que extendido relacionado con el mercado de las telecomunicaciones y la transmisión de datos. En aquellos momentos, Telefónica veía una oportunidad de negocio importante en este nuevo mercado de las redes de comunicación y las nuevas tecnologías. Por otra parte, Fujitsu tenía interés en introducirse al mercado europeo va recelar de la lealtad de Telefónica, dispuesta a todo por conseguir beneficios. Como respuesta, se alió con IBM, l’otro empresa importante que batallaba por el control del mercado.

 

SECOINSA  serie "10"

Model 10/4 amb 4 disquets Shugart de 8". Introducto​r de Banda magnètica fet de fundiciò d'alumini. Moble d'escuma de poliuretà d'alta densitat. Disseny Xavier Ricard  (1976)Va rebre un premi Delta ADI FAD 

Model 10/4 amb pantalla T1800 projectada per Joan Navarro  (1976)

Introducto​r de fitxes de Banda magnética
fet de fundició d'alumini, mecanitzat​, sorrejat i niquelat.

 

 

 
 
 

 

FUJITSU adquiere el control

 

Con el hombre fuerte de Fujitsu al poder, se trasladan las instalaciones de Secoinsa en Málaga. Esta nueva fábrica se dedicó a la producción de una gama de microordenadores y terminales (un 33% de los cuales se exportaba al extranjero).

Tal y como explica lo historia, inicialmente Secoinsa pretendía establecerse en Madrid, pero la Administración va presionar a los directivos de la empresa a trasladarse a una provincia de menor densidad industrial como Andalucía. A pesar de todo, con la subida al poder de Solís se acabó trasladando a Málaga donde poseía numerosos negocios de intereses privados.

Con todos estos movimientos, Fujitsu consiguió el control mayoritario de la empresa.

SECOINSA  SERIE 20
 CARACTERISTICAS BASICAS

 

 

SERIE 20 Hardware&Software

 

 

 

Equipo de Futbol formado por el personal de Análisis&Programación de Valencia

 


OCTUBRE 2019

 

  ARQUEOLOGÍA INFORMÁTICA

 


SEPTIEMBRE 2021

Joan GINER - Elena De La MANO - Fina YUSTE - Antonio NAVARRO- David PORCEL  - Ines De LA PEÑA- Eduardo SERRÉS -  Carmen JANDRA - M. Jesús PELLUCH
y el que está  arrodillado - J.L. MONTAÑA

 

OCTUBRE 2023

 

      Telesincro FACTOR Q
     
Telesincro FACTOR R
      Telesincro FACTOR S

      Telesincro FACTOR T
    Secoinsa SERIE 10
    Secoinsa IBER-2
    Secoinsa SERIE 20

    Secoinsa SERIE 30
 

    B.O.E. 6//2/1984: -Situación actual TELESINCRO/SECOINSA
    FUJITSU España
    Notas de Prensa "EL PAIS": SECOINSA&FUJITSU

    Notas de Prensa "EL MUNDO": FUJITSU":
   
Notas de Prensa "ABC"
     AMICS TELESINCRO
     TELESINCRO "La agonía de la empresa nacional"  

   LA INFORMATICA EN ESPAÑA

 
 Sobre las FERRITAS y otras memorias obsoletas
     Artículo "eldiaiario.es"
    


05122016

 

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